jueves, 24 de mayo de 2012

UN VIAJE A LA POESIA




El recorrido comenzó cuando el guía nos llevo hasta La Casa Museo, la cual fue habitada por el poeta durante 13 años, los que se consideraron los mejores de su vida al lado de su esposa Petrona Moreno y sus cinco hijos. El recorrido comenzó cuando el guía nos llevo hasta La Casa Museo, la cual fue habitada por el poeta durante 13 años, los que se consideraron los mejores de su vida al lado de su esposa Petrona Moreno y sus cinco hijos.
En este lugar aún se conservan algunas de sus pertenencias, sus restos mortales y los de su esposa. En la entrada de la casa observamos los hermosos jardines que la rodean, al pasar al interior de la misma pudimos contemplar el juego de sala, la cama, las fotografías de sus familiares, el testamento que hizo en vida y algunos de sus mejores poemas. Una vez desarrollado el recorrido al interior de la que en vida fue su casa, nos trasladamos a una zona de audiovisuales, allí observamos un video donde se hacia una descripción biográfica de su vida y obra, así como también el proceso de restauración de la Casa Museo; algo muy especial que hicimos al terminar la proyección del mismo fue el estampar nuestras firmas en un libro destinado para los visitantes del museo.





Luego nos trasladamos a los famosos pozos de Usiacurí mejor llamados Aguas Milagrosas, a los cuales acudían anualmente cientos de turistas, en especial enfermos, para tratarse diversas dolencias con las aguas sulfidicas que se encuentra en éstos, las cuales fueron el motivo que condujo a Julio Flórez hasta Usiacurí para buscar su sanación.




Después de una histórica mañana nos dirigimos a un restaurante cercano, para degustar un delicioso almuerzo cuya espera nos permitió integrarnos como grupo y hay que ver que el tiempo nos rindi
ó, ya que después de dos horas aproximadamente, por fin logramos almorzar.

Continuamos con nuestro recorrido y desde lo lejos visualizamos a lo alto de una pequeña montaña que se levanta una imponente iglesia vestida de blanco y azul como símbolo de religiosidad de este hermoso pueblo.

 Al caminar por sus hermosas calles observamos que las personas conservan sus tradiciones, muchas de estas están dotadas de habilidades especiales en sus manos para tejer la palma de iraca y transformarla en lindas piezas artesanales que hoy son el sustento de muchos de sus habitantes.

La mayoría de los pueblos tienen su encanto y Usiacurí no es la excepción, tiene miles de estos. Es uno de los pueblos del Atlántico más encantadores y bellos, cuando llegamos a este lugar sentimos estar en un pedacito de paraíso terrenal, con sus verdes colinas, árboles frondosos y una naturaleza deslumbrante, donde se siente un ambiente de pueblito viejo. Esta experiencia nos permitió ir mas allá del simple conocimiento teórico; contextualizar el ambiente de la vida y obra de Julio Flórez nos introdujo a su mundo y a tener una visión más clara de la inspiración que lo llevo a crear la obra que hoy conocemos. Nos resulto grato como estudiantes el haber explorado los componentes que rodearon su vida, partiendo del hecho mismo de haber viajado desde su terruño a causa de una enfermedad que lo agobiaba, hasta la manera como el destino confabulo para que este suceso lo llevara a echar raíces en un apartado pueblo de nuestra mágica Costa Atlántica. Gracias Maestro donde quiera que estés.

“Julio Flores viajo a Usiacurí en busca de sanidad física, pero más que ésta, obtuvo la sanidad que todo poeta busca y deambula por conseguir, la sanidad del alma y la libertad de ese fantasma llamado Soledad”.

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